En el Wanda Metropolitano, lo del Barcelona ante Sevilla en el primer tiempo fue una verdadera masacre. Más si se tiene en cuenta que era por una final de la Copa del Rey.

El segundo gol, en un equipo de Ernesto Valverde que no llena los ojos como la máquina de Pep Guardiola, fue una obra de arte del Barça.

Sobre la banda derecha, Jordi Alba y Andrés Iniesta construyeron una pared precisa. Después, el lateral izquierdo asistió de taco a Lionel Messi y éste le rompió el arco al rival.