Desde que a los tres minutos de juego el colombiano Juan Camilo Hernández abrió el marcador y por el lapso de 13 minutos más, el Huesca soñó con dar un golpe histórico en el Camp Nou.
Barcelona comenzó el partido dormido, pero se despertó de un sacudón con una jugada eléctrica de LionelMessi, que rememoró el quiebre de cintura a Boateng para definir luego con precisión e igualar las acciones.
Un autogol de Pulido y otro más del uruguayo Luis Suárez comenzaron a construir una goleada que Huesca se ilusionó con evitar con el tanto de Alex Gallar sobre el final de la primera mitad.
Pero el complemento fue absolutamente culé. Los goles sobre el marco que defendió el pobre de Axel Werner cayeron como cascada. Dembélé, Rakitic, otra vez Messi, Jordi Alba y otra vez Suárez para cerrar la faena, terminaron por dar forma a una categórica goleada 8-2. Y el sueño de Huesca se convirtió en la más cruel pesadilla.