En Anfield, Liverpool y Roma terminaron por irse con un sabor agridulce: el local por desperdiciar una ventaja de cinco goles, la visita por encajar esos cinco goles. 

En una de las tribunas, Francesco Totti vivió en primera derrota la derrota por 5-2 del club de sus amores por la primera semifinal de la Champions League. 

Junto con Monchi, director deportivo de la Roma, al ex Diez lo enfocaron en el momento que Liverpool había hecho el quinto gol. Sobran las palabras.