El pasado lunes, Al-Ahly Trípoli enfrentó como local a Al-Athad, en duelo válido por la sexta fecha de la Liga de fútbol profesional de Libia. Sin embargo, fuera del empate 2-2 entre los equipos, la gran noticia se dio cuando el árbitro se fue a los puños con un jugador.
Y es que todo parecía trascurrir con normalidad, el juez pitó la finalización del partido, pero fue en ese justo momento cuando un jugador, a quien segundo antes le estaban jalando la camiseta se fue directo sobre el colegiado a protestarle; luego llegó uno de los futbolistas del banco de suplentes y ahí empezó todo.
En una especia de batalla campal se tornó todo en el partido, ya que el emergente le dio un golpe y el juez si mediar palabra respondió, después llegó otra persona del equipo visitante y también agredió al nazareno, todo mientras sus compañeros de terna lo cubrían de algo peor.
Con la situación así, Al-Athad no pudo quedarse con los tres puntos, los que lo hubieran dejado más cerca del líder en el balompié de Libia, Al-Ittihad, equipo que le saca cuatro unidades. El cuadro de Trípoli también quedó con los mismos siete puntos de su rival de turno, pero pierden la posición por menos goles anotados y recibidos.