El fútbol en la India existe casi desde siempre. Colonia inglesa por añares, los soldados dominantes trajeron este deporte a los campos indios como una manera de sentirse cerca de los suyos. Tan así se dio su práctica que uno de los primeros clubes de fútbol en Asia se fundó en Calcuta en 1872: el Calcutta FC. Por ello, a Calcuta se la considera como la cuna del fútbol en la India. Hoy, el equipo más viejo en la actualidad es el Mohun Bagan Athletic Club, fue fundado en 1889, y donde jugadores hindúes y musulmanes jugaban juntos.

En el año 1893 se fundó la federación de fútbol de la India, pero con una salvedad: solamente aglutinaba ingleses como miembros. En 1937, tras varias giras de equipos indios a otros países de Asia y Oceanía se fundó la Federación de Fútbol de la India (AIFF). Diez años después se afilió a la FIFA, tras independizarse del Reino Unido.

Sin embargo, a nivel selecciones la India nunca fue un equipo tradicional o con ascendencia, como sí lo logró con el criquet o el hockey. Por eso, hasta el día de hoy, el país asiático nunca logró clasificar a un Mundial y una vez sola disputaron unos Juegos Olímpicos, los de 1948. Ni si quiera a nivel continental es un equipo importante o trascendente, más allá de que su práctica es activa en su geografía Su mejor resultado en una Copa de Asia es un segundo puesto en 1964 y luego tiene más ausencias que presencias.

En Londres 1948 la actuación de la India no fue para el recuerdo: quedaron eliminados en octavos de final (se jugaba en formato de cuadro de tenis) ante Francia por 2 a 1. Pero lo más recordado de aquel periplo olímpico es que jugaron ese partido descalzos. Según reconstruyen crónicas de la época jugaron así por cuestiones económicas. Los medios de la época afirman que ocho jugadores del equipo asiático jugaron ese encuentro sin botines.

También, que el Rey Jorge VI invitó al equipo al Palacio de Buckingham para constatar que los indios no habían hecho trampa. Todos estaban asombrados con este suceso, no podían creer que jugar así, sin nada para proteger sus pies.

Tras ese peculiar caso, la FIFA invitó a la India a disputar el Mundial de Brasil 1950. No era porque los indios pudieran llegar a elevar el nivel de la Copa del Mundo. El motivo era otro, uno por necesidad y urgencia: Filipinas, Birmania e Indonesia, rivales a los cuales debía enfrentarse en las clasificatorias, habían renunciado por diversos motivos. Por eso, el cupo les quedó concedido directamente a la India que, sin quererlo, tenía una oportunidad histórica: sumarse a un campeonato del mundo que iba a desarrollarse por segunda vez en Sudamérica.

Pero, el equipo indio decidió no participar del Mundial. Hay varias explicaciones, algunas casi mitológicas que indican, por ejemplo, que rehusaron a jugar el torneo porque les prohibían hacerlo descalzos, tal como habían jugado dos años antes en los Juegos de Londres.

La versión oficial, la que siempre dio la AIFF, señala que no asistieron al torneo ecuménico de Brasil 1950 porque consideraban que la Copa Jules Rimet (nombre que llevó el torneo hasta 1970) era un torneo menor, casi sin importancia. Por eso, no estaban dispuestos a hacer una erogación económica superlativa para hacer casi 14.800 kilómetros de viaje.

Una decisión que hoy sería, seguro, diferente. Era otro fútbol, es cierto, y en aquellos tiempos el fútbol estaba en plena expansión hacia una mercantilización sin precedentes, tal como se la vive actualmente con el deporte que colonizó el mundo. Actualmente, la India ocupa el puesto 104 del ranking FIFA. Pasaron casi 72 años de aquella determinación y la India sigue sin haber podido jugar un Mundial.