Recientemente, en la liga portuguesa, se vio un marcador insólito en nuestros días. El Benfica aplastaba al Nacional por 10-0. En ese caso, se trata de uno de los equipos más potentes de la competencia lusa contra uno de los más modestos; aún así, si semejante resultado es difícil de concebir en una liga profesional de ese nivel, todavía lo sería más si hablamos de clubes como América y Chivas.

Hoy en día, el Club América se encuentra en una posición de superioridad. Pese a contar con una de las mejores defensas de la liga, el Club Deportivo Guadalajara tiene difícil llevarse el campeonato. No es que los Cremas sean favoritos claros, porque también Monterrey y Tigres andan en la pugna, pero desde luego las opciones de título del América son mucho mayores que las del Rebaño, tal y como vemos reflejado en los momios para ganador de la Liga MX.

No siempre ha sido así. La rivalidad entre ambos equipos ha pasado por muchos momentos a lo largo de la historia. Uno de los que marcaron la biografía del Clásico Nacional fue un partido de liga del 20 de febrero de 1944.

Club América 7 – Club Deportivo Guadalajara 2

El Club América, fundado en 1916, y el Club Deportivo Guadalajara, que nació 10 años antes, se iniciaron en el fútbol amateur y fueron dos de los clubes que inauguraron la liga profesional mexicana en la temporada 1943/1944. A día de hoy, son los dos únicos que han seguido participando en la liga año tras año sin faltar ninguno.

El primer partido oficial entre América y Chivas fue en Copa México, en agosto de 1943. El encuentro se jugó en el Parque Oblatos, en Guadalajara, y terminó con 1-0 a favor de los locales. El siguiente cruce se produciría ya en la recién estrenada Liga mexicana, en enero de 1944.

Ese partido de Liga acabó con un 3-1 favorable a Chivas. Apenas unas semanas después, el 20 de febrero, los tapatíos visitaban el desaparecido Parque Asturias en la capital.

Fue un partido bronco, especialmente violento, sobre todo a partir del minuto 30 de la primera parte, cuando un enfrentamiento entre el azulcrema Roberto Scarone  y el tapatío Reyes Sánchez ‘Térile’ terminó con prácticamente todo el conjunto de los dos equipos implicado.

La batalla terminó con una nariz rota, la de Scarone, y cuatro expulsados. El árbitro de aquel encuentro, López de la Oza, sancionó a Orvañanos y Cafaratti, del bando azulcrema, y a Gutiérrez y Lozano del Guadalajara.

El encuentro terminó con un 7-2 a favor del Club América gracias a los 4 goles de Leopoldo Proal, 2 de Guido Matamoros y 1 más de Luis García Cortina ‘Titi’.

En los años 40, con la liga recién parida, no se hablaba de Clásico, pero aquel 7-2 fue su semilla.

Aquella primera temporada de la Primera División de México el título no fue ni para América ni para Guadalajara, sino que fue para el extinto Asturias de Ciudad de México.

No sería hasta la temporada 1956/57 cuando Chivas lograse su primer título de la entonces Liga Mayor. Unos meses antes de llevarse el trofeo en enero de 1957, los tapatíos ya habían conseguido otro triunfo al firmar su venganza de aquel 7-2 en Ciudad de México con una victoria que terminó con una diferencia de goles todavía mayor: Guadalajara 7 – América 0 el 22 de agosto de 1956.

El germen del Súper Clásico

Aquel primer título de liga de Chivas supuso el inicio de una Era Dorada para el Rebaño. Suyos eran los títulos y la gloria a finales de los años 50 y durante la década de los 60, convirtiéndose no sólo en el club más laureado del momento sino también en el más querido del país.

En 1959, Emilio Azcárraga Milano, heredero del conglomerado que hoy es Televisa, compró el América y decidió lanzar una especie de campaña para aumentar la popularidad de los Cremas.

En todas las historias hay un protagonista y un antagonista. En aquellos momentos Chivas era el bueno de la película, por lo que América decidió convertirse en el villano.

Fue un proceso en el que el polifacético Fernando Marcos jugó un papel importante.

En 1959, el América visitó Guadalajara en tres ocasiones para enfrentarse a los tres equipos de la ciudad. Primero venció al Oro, después al Atlas y, por último, al Chivas, siempre por un resultado de 2-0. Esa derrota del Rebaño suponía además el final de una buena racha de victorias en casa.

A propósito de esos resultados, Marcos soltó aquella famosa ocurrencia: “América no viene a Guadalajara a ganar, eso es rutina. (…) venimos a cambiarle el número de teléfono de larga distancia. Así que ya lo saben amigos, cada vez que quieran llamar a Guadalajara, marquen 2-0, 2-0, 2-0, o el 20-20-20. Cortesía del América”.

Empezó por aquella época un relato que enfrentaba Chivas y América como el bueno y el malo, el mexicanismo contra los internacionales, la provincia contra la capital… Y así hasta nuestros días.

Lejos queda aquel 7-2, a 75 años nada menos. Ahora, el Súper Clásico se encuentra en tiempo muerto. Los últimos dos partidos entre América y Chivas, tres si contamos el amistoso en Los Ángeles el pasado mes de septiembre, han terminado en empate a uno.

Tampoco uno es más popular que otro. Los últimos estudios apuntan al Cruz Azul como el equipo más popular de México. Así que, 75 años después, el resultado es de tablas.