Zlatko Dalić, junto a su plantel de guerreros, hizo historia en el Mundial de Rusia 2018. La Selección de Croacia tuvieron siete batallas en las que demostraron que el amor por su país es más fuerte que cualquier cansancio físico.

El elenco europeo llegó a la final con matemáticamente un partido más disputado que su rival (en octavos, cuartos y semifinales jugó todos los tiempos extra, de 30 minutos cada uno). Allí, pese al desgaste, Croacia dio pelea hasta el final y se quedó a un paso de la gloria al caer 4 a 2 ante Francia.

El plantel fue recibido como corresponde en su país natal. Fiesta, celebración, cánticos y ánimos por parte del pueblo croata, el cual había quedado más que satisfecho y agradecido con el rendimiento del plantel que jugó la Copa del Mundo.

En diálogo con el diario croata Vecernji list, Dalic confesó que este es el momento ideal para decirle adiós a su cargo: "Ahora es el momento ideal para que me vaya. He tomado la decisión después de América (un certamen antes del Mundial) con mi familia".

Pero algo hizo que el DT se replantee su decisión: los festejos de los seguidores croatas. "Sin embargo, con la llegada a Zagreb, cuando vi aquella recepción, tengo que repasar mi decisión. Por esa gente, que es la más importante, por esas emociones, me pregunto si tengo el derecho ahora a decepcionarles", detalló.