El Estadio Nacional de Brasilia, sede del Mundial 2014 y la Copa Confederaciones 2013, tuvo su primera prueba de fuego, nada más ni nada menos que con un Flamengo-Santos, por la 1º fecha del Brasileirao.
Las cámaras de todo el mundo estuvieron en este nuevo estadio que tendrá la capital de Brasil, ya que era el primer test importante. Para sumarle presión, se agregó la despedida de Neymar, que horas antes había sido anunciado como refuerzo de Barcelona.
El partido ofreció un tibio cero a cero que no permitió el estreno de los arcos, pero lo más destacado de la tarde fue la prueba de las instalaciones, servicios y comodidades del Mané Garrincha.
La primera prueba había sido el pasado 21 de abril, con la final del Candangão 2013 (campeonato regional de Brasilia). Sin estar todavía al 100 esta segunda prueba sirvió para detectar algunas fallas, como las largas filas que se formaron, lo que se debió a problemas de organización, además de un estricto control de pertenencias y detector de metales. Además de una scanner para encontrar entradas falsificadas. Todo esto terminó haciendo lento el procedimiento.
¡Mira las fotos de la entrega oficial del estadio!
La seguridad y la belleza fueron los puntos altos y elogiados por los ‘torcedores’. Unos 650 policías militares y unos 1.500 privados permitieron que en determinados sectores convivan sin problemas hinchas de los dos equipos. Además de la seguridad, el servicio médico funcionó a la perfección, instalado tanto en las inmediaciones como fuera del estadio.
El Mané Garrincha llevó tres años para ser construido y tiene una capacidad para 72 mil espectadores.