Lourenço Moraes, un operario del Arena Pernambuco (Recife), vive la euforia por ser parte de una de las fiestas más grandes del planeta: el Mundial. Tal es su locura, que transformó su Volkswagen Fusca en una pelota de fútbol en homenaje a la Copa de Confederaciones 2013 y el Mundial Brasil 2014.
Más de 3,2 mil trabajadores se dedican a la construcción del Arena Pernambuco, estadio que está siendo construido a 19 km de Recife, dentro de Cidade da Copa, una moderna ciudad inteligente y ecológica que está siendo levantada especialmente para la Copa, y que luego quedará como lugar de trabajo para muchas oficinas que se están instalando.
La pasión por el fútbol sobrepasa cualquier límite, sino hay que preguntarle aLourenço de Moraes Filho, técnico responsable de las instalaciones hidráulicas del estadio, quien demostró estar totalmente comprometido con la causa. Su Fusca ahora fue rebautizado como la “Mascota del Arena Pernambuco”.