El organismo recomendó organizar la Copa del Mundo de 2022 durante el invierno catarí, comenzando el 26 de noviembre y con cierre el 23 de diciembre. Las ligas europeas más importantes manifestaron su negativa.
FIFA pensó demasiado tarde en lo agobiante que será el clima de Qatar en verano y prefirió seguir su siempre afilado instinto comercial. El Mundial de 2022 ya tiene sede designada y no puede darse marcha atrás, por lo que se busca convencer a las asociaciones miembro de la importancia de aceptar un cambio en las fechas tradicionales.
La recomendación fue disputar el torneo en invierno, entre los meses de noviembre y diciembre, pero los dirigentes más importantes de las ligas europeas salieron al cruce con velocidad. “Estoy muy decepcionado. Esa es la palabra. Creo que gran parte de los clubes europeos y las ligas pensamos así. Son estos clubes quienes aportan la mayoría de jugadores a la Copa del Mundo”, Richard Scudamore, jefe de la Premier League inglesa, quien considera que la fecha desvirtúa el normal funcionamiento de las ligas nacionales.
Salman bin Ebrahim Al Jalifa, jefe del grupo de trabajo que organiza el torneo de Qatar y presidente de la Confederación Asiática de Fútbol, intentó calmar los ánimos explicando que “lo recomendable es jugar en noviembre y diciembre, aunque hay otras opciones. No queremos perturbar los calendarios“.
Jerome Valcke, secretario general de FIFA, fue menos conciliador que el asiático y manifestó que “las fechas tienen el apoyo de las seis confederaciones”. Ante tales declaraciones, la Asociación de Ligas Profesionales Europeas sacó un inmediato comunicado para dejar en claro que “las ligas y los clubes europeos se han reafirmado en su posición de celebrar el Mundial de Catar en el mes de mayo, periodo aceptable por razones climatológicas y que favorece tanto a jugadores como a aficionados”.
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