Desde que la Selección Colombia quedó afuera del Mundial de Rusia que James Rodríguez no había hablado públicamente. Si bien las redes sociales permiten que los jugadores estén en constante contacto con sus seguidores, la última imagen que recorrió el mundo fue aquella con las lágrimas en los ojos del crack de Bayern Múnich, lamentándose por la eliminación de su equipo y por no poder jugar.

 
 

James abrió las puertas de su casa en Medellín al programa Suso's Show para mostrar el museo de camisetas que tiene, su vida familiar y la relación con su madre y su hija. En la intimidad absoluta, el jugador habló acerca del partido en el que Colombia quedó eliminada en octavos de final y donde no pudo jugar por su lesión.

 
 

"Frente a Inglaterra hicimos un buen partido, se la pusimos dura. Es desesperante no poder estar en un partido tan importante, no pude por una pequeña lesión y lo viví como un hincha más. Le dije cosas al árbitro que no puedo decir en TV, pero cuando se quiere ganar, hay que estar por encima de eso. Pero no le podemos echar toda la culpa a él. Al final perdimos por penaltis, que es suerte", se confesó el volante.

 
 

Era imposible que no le preguntaran acerca de si Pékerman seguirá o no al mando del grupo y dijo: “Es una pregunta que no debo responder porque no es un tema mío”. Sobre su actualidad en Alemania, el colombiano se mostró tranquilo y sostuvo: "No me conformo con lo que he ganado, siempre quiero más", refiriéndose a los retos que tendrá esta temporada con un nuevo técnico y en un club que busca ganar la Champions League.