Las derrotas ante Ghana y Suiza, ambas 2 a 0, obligaron al entrenador Akira Nishinoa echarse para atrás luego de los cambios que había imaginadopara la Selección de Japón en un principio.Para el debut frente a Colombia en el Mundial, los japoneses saben que no pueden salir con línea de tres en defensa ya que su equipo pierde solidez y deja al descubierto su desorden.
Ante Paraguay, Japóndio marcha atrás y volvió asu clásico sistema4-2-3-1, esquema bien conocido por gran parte delplantelque venía siendo dirigidopor su ex entrenador, el bosnioVahid Halilhodzić. El amistoso frente a los paraguayosse tradujo en una contundente victoria, además de que el rival lobuscó precisamente para intentar descifrar el juego sudamericano. Pero el entrenador sabe bien que en el grupo H lo esperan James, Falcao, Mané y el propio Lewandowski.
Los asiáticos ya le demostrarona su técnico que funcionan mejor con el viejo y conocido planteamiento y con un segundo tiempo donde estuvieron casi todos los que serían titulares ante Colombia, dejaron ver una vez más a eseequipo agresivo en ataque, rápido para salir de contray que explota bastante los costadoscon Gotoku Sakai por izquierday Wataru Endo, por derecha.
En el mediocampo, proponen un doble cinco.Nishinojuntaa Yamaguchicon Shibasaki, dejándole aljugador de Getafe la responsabilidad de darlesalida al equipo desde atrás y llegar al área rival para acompañar.El número 7de Japón es una de las piezas fundamentales en la generación de fútbol.
Los tres volantes que juegan detrás del único puntacumplen en el ida y vuelta, además tienen buena media distancia. Por izquierda se moveráTakashi Inui del Eibar de España, por el centro irá Kagawa del Dortmund y por derecha,Yoshinori Muto del Mainz.
Por último, el profe japonés no tiene dudas en la delantera. Llegan con un 9 bien definido, se trata deShinji Okazaki, quien juega en la Premier League con el Leicester Cityy ya convirtió siete tantos esta temporada. Su mayor habilidad es el uno contra uno. Colombia ya toma nota.