Vincenzo Iaquinta salió campeón del mundo con la Selección de Italia en el Mundial de Alemania 2006 y quedó en la historia grande de dicho país.

Hoy, ya retirado del fútbol, el ex jugador se encuentra acusado de tenencia ilícita de armas y tener vínculos con una mafia de Italia.

Desencajado, Iaquinta comenzó a gritar a metros del Palacio de la Justicia, donde recibió la condena de dos años de cárcel: "Me han arruinado la vida. Mis hijos, todo". "Me han arruinado todo sin haber hecho nada", agregó.

Iaquinta, completamente desencajado, prosiguió: "¿Lo hacen porque soy calabrés? ¿Porque soy de Cutro?. Yo he ganado un mundial y estoy orgulloso de ser calabrés".

Para cerrar, exaltado, el ex jugador comentó: "No hemos hecho nada porque nosotros con la 'Ndrangheta (organización criminal) no tenemos nada que ver. ¡Nada!".