El equipo japonés se quedó con el tercer lugar en el Mundial de Clubes tras derrotar 2-1 al Guangzhou Evergrande de China.
Los locales se dieron el lujo de celebrar ante su gente una meritoria medalla de bronce en la competencia más importante del planeta a nivel de clubes.
A pesar de comenzar en desventaja por un tempranero gol del exseleccionado brasileño, Paulinho, a los 3 minutos de juego, pudieron revertir el marcador gracias a la aparición goleadora de Douglas, otro de los representantes de Brasil que tuvo el partido.
El empate llegó tras una pelota parada, una de las armas principales que mostró Sanfrecce a lo largo de la competición. Y el 2-1 definitivo cayó a siete minutos del final, por obra de la cabeza de Douglas, el atípico delantero que comenzó la competencia rozando el papelón y terminó como el héroe nipón.
+Los goles
+Así formaron los equipos