Benjamim Massing murió en la ciudad de Edéa, Camerún, a los 55 años y no se han hecho públicas todavía las causas del deceso. 

El exdefensor es popularmente recordado en la historia mundialista, no por una gran actuación sino por haber propinado al argentino Claudio Caniggia la que para puchos fue la más brutal patada que se vio en una Copa del Mundo.

Claro que, pese a que solo disputó dos partidos, Massing también logró entrar en la historia del fútbol camerunés ya que integró el primer y único seleccionado del país que logró avanzar hasta la instancia de cuartos de final en un Mundial.

De corta carrera, el exdefensor llegó a tener un paso por el fútbol francés entre 1987 y 1991, jugando para el US Cretil, que actualmente milita en la tercera categoría del país.