La lesión en el hombro que desató el llanto desconsolado de Mohamed Salah durante el primer tiempo de la final de la Champions League, y por la que muchos egipcios están pidiendo todavía que la justicia divina se encargue de Sergio Ramos, no impediría que el delantero pueda conducir a su seleccionado en el Mundial de Rusia.

La gravedad de la misma no sería la que se imaginó en un primer momento y le permitiría volver a entrenarse en dos semanas. Previamente, el egipcio regresará a Inglaterra para comenzar con su recuperación para luego integrarse a la concentración de su selección en Italia.

Más allá de que Salah ya habría avisado a su circulo familiar que no se perderá el Mundial, la prueba más clara de ello es que Héctor Cúper no lo moverá de la lista de 23 convocados, evidenciando que lo esperarán hasta último momento.

El debut de Egipto en el Mundial tendrá lugar el 15 de junio, nada menos que ante el seleccionado uruguayo, aunque se espera que la figura esté disponible para el segundo partido, ante Rusia el 19, o para el cierre de la fase de grupos ante Arabia Saudita, el 25 de junio.