A los siete minutos del segundo tiempo en la final entre Francia y Croacia, para agregarle a una pizca de insólito a un Mundial ya rarísimo, hubo una invasión de campo.

Cuatro fanáticos se colaron de las fuerzas de seguridad, ingresaron a la cancha e interrumpieron un ataque de Croacia. 

Además, hasta se cruzaron con algunos jugadores como Dejan Lovren, quien lo sacó de un empujón mientras lo neutralizaba el agente.

Según informó la agencia de noticias AP, el grupo punk feminista Pussy Riot, opositor al gobierno de Vladimir Putin, se adjudicó el hecho.

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