Con toda la autoridad para hablar de la selección mexicana, no por nada tiene el récord de más partidos con el Tri (178), el legendario Emperador Claudio Suárez lamentó que en la actualidad los seleccionados no tengan el mismo arraigo con la afición como lo tenían en su época como parte del equipo nacional (1992-2006).
“Siento que está sobreprotegido el jugador, como que hace falta un poco más de humildad o de acercamiento con la afición. En nuestra época, tú llegabas (al entrenamiento)y estaba abarrotado de aficionados y te pedían un autógrafo, una foto, y te la pasabas hasta horas firmando, había más cercanía, ahoraentiendo el tema de la seguridad, pero como que el jugador está muy distante”, consideró Claudio Suárez.
El Emperador Claudio Suárez señaló en entrevista con Mediotiempo que la cercanía entre los seleccionados y la prensa es fundamental para que la selección mexicana tenga respaldo: “Nosotros nos la pasábamos dando entrevistas horas, individuales, y eso ayudaba mucho, porque los medios son el enlace para que la afición te vea, y te sienta más cerca”.
El Emperador quiere un DT nacional
Mundialista en 1994 y 1998, Claudio Suárez comentó que para la selección le gustan los entrenadores nacidos o formados en México: “Yo soy más nacionalista y creo que está comprobado en números: son pocos los técnicos extranjeros que realmente dan resultados, que no son del país donde dirigen. Con México la prueba, considero, fue RicardoLa Volpe que es hecho en México, como técnico y como jugador, el mismo Bora Milutinovic, porque el último, Juan Carlos Osorio, siento que no le dejó nada al futbol en el tema de una enseñanza, no sabíamos a qué jugaba, cambiaba, cambiaba y cambiaba”.
Asimismo, el Emperador no validó las críticas de Héctor Herrera sobre el papel de la afición como local: “Estando en el estadio Azteca hay mucha ventaja, es la realidad, aunque diga Herreraque no pesa, pero los rivales sí lo sienten a pesar de que está vacío por el castigo.Me tocaron muchos partidos de selección, y jugar en el Azteca sí impone, y cuando las cosas estaban bien la gente se mete, llena, canta, y eso motiva, pero también me tocaron las malas. Y es eso, la comunión, que juegue bien, y es al revés, que de la cancha salga (la emoción) para afuera para que la gente se involucre más”.