Una de las palabras más esperadas en esta situación era la de Julio César Chávez. Su hijo, Junior, está detenido acusado de tener vínculos con el narcotráfico, por lo que todos se preguntan lo que piensa el padre sobre un momento muy complicado en una de las familias más conocidas en la historia de México. En ese sentido, la leyenda fue muy clara con sus dichos y defendió la inocencia de uno de sus herederos.
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Ante los medios, Chávez se mostró muy sentido por su hijo, pero fue claro al afirmar que entiende que la acusación grave que recae sobre su persona relacionada a su participación en el Cártel de Sinaloa es totalmente falsa e infundada. De todos modos aclaró que no puede brindar demasiados detalles, ya que los abogados de la familia se encuentran trabajando en el caso buscando una pronta resolución.
La declaración de Julio César Chávez ante los medios
“Pues claro que estoy destrozado, porque se me hace una injusticia lo que está pasando con mi hijo. Pero hay que dejar que las autoridades actúen, estamos tranquilos. Gracias a Dios no hay nada de toda esa cosa, esa mierda que se dice que lo están involucrando. Claro que me duele, pero todo eso no es cierto. No puedo hablar ahorita, eso me dijeron. No me hagan decir cosas que no… Vamos a dejar que las autoridades actúen, no hay nada que temer”, le expresó Chávez a los medios.
Y además agregó: “Mi hijo ha tenido sus desaciertos, cuando andaba mal hablaba muchas cosas, decía muchas cosas que todo mundo lo sabe porque estaba enfermo. Somos amigos de todo mundo, ustedes lo saben, mi hijo nació en Culiacán, conocemos a todos, malos y buenos y hemos convivido con todos, pero de ahí a que mi hijo esté involucrado en esas cosas… La verdad meto las manos a la lumbre por mi hijo, todo el mundo lo sabe, mi hijo tenía 4 años en Estados Unidos y no hay nada que temer”.
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“No he podido hablar con mi hijo, solo su abogado. Ya mi hijo se comunicó con su abogado y todo va a estar en manos de las autoridades. Claro que confío en las autoridades, siempre lo voy a apoyar y todo se va a arreglar primeramente con Dios. Todo es una confusión”, cerró.
