El resultado fue lo de menos para muchas aficionadas y muchos aficionados que se percataron de un problema que afectaba al partido: la escasa iluminación del estadio Nemesio Díez. El sector del público que notó la falta de luz acudió de inmediato a redes sociales para viralizar esa falla y cuestionar la decisión de no parar el juego.
Molestó por el hecho en sí mismo, sobre todo porque era evidente que la oscuridad afectaba a las futbolistas. Pero indignó más debido a que una situación de esa índole en el futbol varonil implica la inmediata suspensión de las acciones hasta que se solucione el imperfecto.
Pusieron de ejemplo lo ocurrido entre Xolos y Lobos BUAP en 2017. Aquel juego se detuvo aproximadamente por 15 minutos luego de que un apagón dejara sin luz al estadio Universitario. A pesar de que había ligera visibilidad de luz natural, ambos equipos se fueron a sus respectivos vestuarios hasta que no se solucionara el tema de la iluminación.
Así que exigieron un trato similar a los planteles femeniles de Toluca y Puebla, sin embargo, las peticiones fueron ignoradas. Valoraron este suceso como una falta de respeto hacia las futbolistas, así como una arbitrariedad contra la equidad de trato que se busca para el futbol femenil mexicano.
El suceso también fue considerado como una oportunidad para subrayar que los partidos de la Liga BBVA Femenil sí son vistos y sí le interesan al público que disfruta de verlos a pesar de los obstáculos existentes en materia de transmisión. Hubo aficionadas que aprovecharon para recordar las adversidades que enfrentan las jugadoras del Puebla, quienes han debido viajar rutas largas en camión para sus compromisos y ahora plantarse en una cancha sin luz, por lo que pidieron un reconocimiento al profesionalismo que demuestran ante condiciones desfavorables que se presentan en sus deseos por trascender.
Al final arrojaron una pregunta con miras a la posibilidad de que se repita un suceso idéntico en ese estadio o en otro: ¿pararán o no el partido? Mientras tanto, pusieron atención a ese aspecto para señalar errores a corregir en la forma de tratar a los equipos femeniles.