El 10 de julio de 2011, la selección mexicana sub 17 escribió uno de los mejores capítulos de su historia al consagrarse campeona de la Copa del Mundo sub 17 celebrada en México. A 10 años de distancia, tres de los muchachos dirigidos por Raúl Gutiérrez están desaparecidos de la escena del futbol profesional.

A la mayoría de los 21 jugadores campeones de ese Mundial sub 17 de 2011 les ha costado trabajo tener un lugar en el futbol profesional. En la Liga MX actualmente están bien posicionados el capitán Antonio Briseño, defensa de las Chivas del Guadalajara, y Alfonso González, mediocampista de los Rayados del Monterrey; en contraste, Kevin Escamilla no pudo afianzarse con los Pumas.

Otros como el mediocampista Jonathan Espericueta no pudo afianzarse en Tigres bajo la exigencia de Ricardo Tuca Ferretti y recientemente encontró acomodo en el Atlético Veracruz de la Liga de Balompié Mexicano. Algunos han hecho su lucha en la MLS como el portero Richard Sánchez y el delantero Carlos Fierro. El delantero Marco Bueno se fue de México para comenzar una larga peregrinación en Chile, Finlandia, Bolivia y Guatemala.

Tres campeones desaparecidos

José Tostado.  Jugaba como defensa. Quedó desvinculado del Guadalajara en 2015. Tiempo después de ser campeón del mundo pasó un serio problema familiar ya que su padre, Pablo Tostado, fue detenido acusado de tener vínculos con la delincuencia organizada; lo trasladaron a un penal de Culiacán donde se suicidó según las versiones oficiales. Los vínculos de sus familiares con la delincuencia terminaron con su carrera.

Jorge Caballero. Era defensa surgido del Monterrey, pero el club no le dio continuidad. Optó por hacer la carrera de contador público, pero albergaba la esperanza de volver al futbol profesional porque, dice, es un aferrado. Anduvo con Atlético Reynosa y con Loros de Colima, para después asumir un retiro prematuro.

Enrique Flores. Era un mediocampista que se estaba formando en el Monterrey, luego deambuló por Altamira, Irapuato y La Piedad. Su carrera terminó debido al pacto de caballeros que no le permitió encontrar equipo, además de que no tenía relaciones. En 2019, ya retirado, apareció en la concentración de la selección mexicana para visitar a su amigo Roberto Alvarado.