"Estamos en la línea de lo decidido por los ministros de Deportes de la UE. No acogeremos equipos, pero sí a deportistas individuales (rusos o bielorrusos). Obviamente, si un deportista se muestra ante la prensa pro-Putin habrá sanciones", dijo Amélie Mauresmo, ex número uno mundial y directora del Roland Garros. En una entrevista con la radio France Inter, la francesa sostuvo que se impondrá "el principio de neutralidad" en el torneo, sin himnos ni bandera de Rusia o Bielorrusia y con una clara decisión: si un tenista que participa en el torneo parisino elogia al presidente ruso, Vladimir Putin, será objeto de sanciones.

En su visión, "no hay una decisión justa" en un tema tan espinoso como la guerra en Ucrania”, explicó la extenista de 42 años y primera directora mujer del torneo de polvo de ladrillo más importante y trascendente del mundo. Sin embargo, mientras la guerra continúa, tenistas ucranianas como Elina Svitolina se quejaron por la participación de sus colegas rusas. El torneo londinense de Wimbledon, uno de los cuatro grandes de tenis junto con los Abiertos de Australia, Roland Garros y el US Open, excluyó a los rusos y bielorrusos debido a la invasión en Ucrania.

En este sentido, para Mauresmo pretende dejar en claro las reglas para el torneo que conducirá entre el 22 de mayo y el 5 de junio.

Profesional entre 1993 y 2009, Mauresmo fue la primera tenista francesa en alcanzar la cima del mundial en la era moderna, el 13 de septiembre de 2004 y permaneció como número uno de la WTA durante 39 semanas. La francesa, en 2005, ganó el Masters femenino y un año más tarde se coronó en el Abierto de Australia y Wimbledon tras vencer en ambas finales a la belga Justine Henin.

Se retiró a finales de 2009 con apenas 30 años. Su último partido fue por la segunda ronda del Abierto de los Estados Unidos, donde cayó ante la canadiense Aleksandra Wozniak. Ya retirada, fue entrenadora del escocés Andy Murray y desde 2018 trabaja como coach de su compatriota Lucas Pouille. En junio de 2018 fue nombrada capitana del equipo masculino francés de la Copa Davis para 2019 y 2020, lo que hizo convertirla en la primera mujer en ese puesto, pero la extenista renunció para entrenar a Pouille.