El estadio Giuseppe Meazza de Milán fue testigo de una gran presentación por parte de Inter, el equipo queda en el juego de vuelta por los cuartos de final de la Champions League empato 3-2 con Benfica, para dejar el global por medio de un abultado 5-3.
Y las cosas empezaron saliendo muy bien para los dueños de casa, ya que antes de completarse el cuarto de hora de partido (14') ya se habían reportado en el marcador, ni fue el futbolista con amplio mercado, Nicolo Barella, que por medio de una gran definición les dio la primera alegría a los aficionados presentes en el escenario deportivo.
Una luz de esperanza brilló para el conjunto visitante, a los 38 minutos, Gracias a la buena anotación lograda por el mediocampista noruego, Fredrick Aursnes, quien se impuso por los Aires lombardos, y tras un soberbio cabezazo empató el tanteador, en esa catedral del fútbol.
Acción de juego entre Inter y Benfica. Getty.
Ya para el segundo tiempo, cuando se esperaba algo más de reacción por parte del equipo lisboeta; eso no se dio, y al minuto 65 más bien, luego de un centro por parte de Federico Dimarco, el delantero argentino Lautaro Martínez rompió su sequía goleadora y anotó el que fue el 2-1.
El segundo tanto, significó el cuarto en el agregado y eso redundó en la debacle para los portugueses, quienes observaron como a los 78 minutos, Joaquín Correa se acomodó dentro del área grande, y por medio de un gran remate al segundo palo del arquero griego, Odysseas Vlachodimos, puso el tercero y definitivo en el juego.
Finalmente, los visitantes lograron pintar algo el marcador, en los minutos finales del compromiso gracias al joven futbolista, Antonio Silva, quien por medio de un cabezazo anotó el segundo para los dirigidos por el alemán, Roger Schmidt. Musa, al 90+5, empató, pero de esa manera se despidieron de la competición europea.
Ahora, con las cosas así, lo que se viene en semifinales para Inter será Candela pura, ya que al igual que en 2003, se enfrentará en la ronda de cuatro mejores a su archirrival, al enemigo de toda su vida, Milan; equipo que se instaló en esa instancia luego deben ser a su compatriota, Napoli. ¡Habemus Derby della Madoninna!