Desde ya, a falta de dos meses para que termine el año, en Barcelona ya averiguan por jugadores que puedan aportar en la mitad de la cancha y que no revistan un mayor costo para las arcas de la institución que ahora mismo está golpeada.

Al buscar jugadores rendidores y económicos, se han decantado por futbolistas de bajo perfil, pero con números interesantes que puedan poner de su parte para salvar la tortuosa temporada que, hasta el momento, adelanta el elenco Azulgrana, tanto en LaLiga, como en la Champions League.

En primera instancia, antes del inicio de la temporada 2021/2022, el nombre que sonó y fue sondeado, fue el de Georginio Wijnaldum, el neerlandés que tenía el aval del entrenador Ronald Koeman, y de sus compatriotas en la plantilla, finalmente resultó yendo a PSG.

Por ahora, y de cara al mercado de pases de invierno, en la institución catalana se habla de cuatro nombres puntuales para un volante todo terreno. El primero de ellos, aunque con poca opción es, Tanguy Ndombélé, mediocampista francés con buen pasado por Lyon, pero con una álgida primera campaña con Tottenham, del que es el fichaje más costoso de la historia de los Spurs.

Desde Italia, precisamente desde la región de Lombardía, llegan Marcelo Brozovic, de Inter y Franck Kessie, de Milán; futbolistas que cumplen destacadas actuaciones con sus equipos y que serían del interés de Joan Laporta, quien día a día sorprende al mundo Barcelona.

La otra opción, eso sí, con un perfil un poco más de ataque es el nacido en Países Bajos, Donny van de Beek, el joven talento de Manchester United, que poco tiempo de juego tiene con los Red Devils de Ole Gunnar Solskjaer. Llegó al club rojo como figura de proyección, pero de a poco esa idea se diluye.