Barcelona está cada vez más cerca del abismo y Ronald Koeman tendría los días contados en su puesto de entrenador. Su próximo compromiso será ante Atlético de Madrid, un cruce especial por lo que significará el reencuentro con dos de sus exfiguras, Antoine Griezmann y Luis Suárez. Precisamente, el uruguayo palpita este duelo en una reciente entrevista con el diario Sport.
Suárez no se confía de un golpeado Barcelona. "Si le das vida a un equipo de su calidad, porque tienen mucho talento, se pueden venir arriba", advirtió. ¿Celebrará un gol ante su exclub llegado el caso? "No, no lo celebraré, no, no... Tengo mucho respeto, cariño, algo saldrá", confesó. Pero lo más interesante de los adelantos de la nota completa, que saldrá este viernes en el citado medio catalán, han sido sus declaraciones sobre Xavi y la actualidad de Barcelona con el caso Koeman.
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Suárez y Xavi ganaron varios títulos juntos durante una de las últimas etapas exitosas de Barcelona. El catalán es candidato a tomar el puesto de entrenador, una vez que Koeman deje el cargo. Pero el uruguayo lo aconseja: "Como aficionado al fútbol y lo que ha hecho como jugador, no creo que hoy, mañana o pasado sea el momento de agarrar al equipo. Es inteligente y sabe de la dificultad del club. Debe esperar el momento. Tiene compañeros dentro con los que tendrá que tomar decisiones y va a ser difícil".
De todas maneras, Lucho destaca a su excompañero y lo ve "muy capacitado como entrenador", aunque para él, debe regresar al Camp Nou en otro momento y contexto, así podrá "ser grande como entrenador como lo fue de jugador". Así, le cierra las puertas a Hernández como técnico del Barça, al menos por ahora.
Xavi es candidato a dirigir Barcelona, en lugar de Koeman (Getty)
Suárez y su mirada sobre Koeman
Otra parte de la entrevista ha sido la opinión de Luis Suárez sobre Ronald Koeman, de quien lamento su "desprecio" y trato cuando le comunicó que no lo tendría en cuenta y que se busque club. También aseguró que la tensión que existe hoy por hoy en Barcelona entre el neerlandés y el presidente Joan Laporta es "una guerra aparte que está perjudicando a los jugadores".