La paciencia parece haber llegado a su fin con la selección de Alemania. Este sábado sufrió una nueva derrota, esta vez a manos de Japón, y Wolfsburgo se llenó de silbidos y ataques contra el entrenador Hansi Flick y las distintas figuras del seleccionado. Puede ser un antes y un después de cara al futuro, más allá de que, ahora, se le viene un amistoso ante Francia.
Jornada difícil para Die Mannschaft. Alemania no encuentra respuestas y los hinchas convirtieron el Volkswagen Arena en un verdadero infierno con silbidos y duras críticas a Flick y sus figuras. Japón le jugó un partido perfecto y se llevó una goleada histórica.
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El primer gol de Junya Ito fue el principio de la pesadilla y, con ello, llegaron los primeros silbidos. Aunque, hubo una calma momentánea por el gol de Leroy Sané tras una buena sucesión de pases, como si se tratase de un espejismo de lo que fue alguna vez Alemania.
Pero el primer tiempo terminó con un 2-1 por un gol con algo de fortuna de Ayase Ueda. Metió el pie cuando debía para descolocar a Marc-André ter Stegen. Con ese tanto y hasta el inicio del entretiempo, los pitidos fueron subiendo en volumen.
Japón aguantó, goleó y Wolfsburgo fue un concierto de silbidos
Flick trató de cambiar la historia con los cambios en el segundo tiempo, pero no pudo. Japón lo aguantó, aunque desperdició algunos contraataques. Sin embargo, en el final, terminó por sentenciar una goleada para causar una mayor herida para Alemania.
Takuma Asano y Ao Tanaka sentenciaron la goleada por 4-1 de Japón, que le vuelve a pegar a Alemania, tal como lo hizo en el Mundial de Qatar 2022 (victoria 2-1). Y una vez que el árbitro decretó el final, hubo un concierto de silbidos.
La cara de Flick, de los jugadores alemanes y de los directivos en uno de los palcos pareció de incredulidad, pero explican el presente que atraviesa este histórico seleccionado.