En el Nuevo Gasómetro, la visita le sacó provecho a sus pocos ataques y venció 2-0 al Ciclón, que hasta la tarde del sábado no había perdido por el torneo local. Germán Ferreyra y Mariano Barbieri, los goles.
El Ciclón, con un pie en el torneo local y otro en la Copa Libertadores, debía defender su invicto y posibilidades de darle pelea al líder Rosario Central. Los de Sarandí llegaban al Nuevo Gasómetro conscientes de estar en una buena racha, que ilusionaba a cualquiera.
Aunque los de Pablo Guede imponían su verticalidad, el palo y la imprecisión le decían que no a Mauro Matos y al joven Ezequiel Ávila. Y goles errados son goles en contra.
Los de Sergio Rondina, de poco ataque pero mucha efectividad, abrieron el marcador al minuto de juego de la segunda parte de los pies de Germán Ferreyra, quien estampó un golazo al ángulo desde la medialuna.
Quince minutos más tarde, una mala salida del fondo local le serviría en bandeja un contragolpe letal a la visita que definieron Fernando Luna y Mariano Barbieri ante un abandonado Sebastián Torrico, asistió el primero y anotó el segundo. Era 2-0 en el Bajo Flores.
Ya con el resultado en contra, los de San Lorenzo fallaron en los ataques, su principal virtud. Así, cedieron el invicto ante Arsenal, que se planta como uno de los protagonistas de la Zona 1 del Torneo Argentino.
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