Jason Garrett ha estado al mando de los Dallas Cowboys desde 2010 y cada año que pasa solo ha quedado más expuesto, fracasando constantemente cuando le toca jugar ante equipos ganadores.
Y ahora que Jerry Jones, propietario del equipo, finalmente empezó a hablar sobre un cambio de entrenador, parece que solo el milagro de llegar al Super Bowl y ganarlo podría salvarle el pellejo a Garrett.
En este sentido, los medios locales afirmaron que ya no hay vuelta atrás y la decisión de dejar ir a Garrett estaría tomada después de un vergonzoso revés en casa ante los Buffalo Bills el Día de Acción de Gracias:
“Los Cowboys están rotos. Lo que viene a continuación es inevitable. La pregunta es cuándo. No será este fin de semana ni será al final de la temporada regular, como ya confirmó Jones. Pero todos sabemos a dónde vamos después de esta derrota 26-15 contra Buffalo. ¿Alguien además del dueño de los Cowboys cree en los cuentos de hadas?”, escribió David Moore de The Dallas Morning News.
Es importante destacar que Jones ya descartó la posibilidad de cortar su vínculo con Garrett antes del final de esta campaña, si bien dejó la puerta abierta para su salida si vuelven a quedar eliminados.
“(Despedirlo) nos daría cero chance (de ganar un Super Bowl). No tendríamos oportunidad sin él. Simplemente no haré un cambio de entrenador”, había declarado Jones poco antes del partido.
A decir verdad, Garrett ha tenido el respaldo irrestricto de la dirigencia desde el día uno y un equipo repleto de talento, pero su incompetencia en momentos clave ha sido el enemigo principal de los Cowboys a la hora de competir.