Antes de que Lionel Messi pateara el penal frente a Valencia, el arquero Diego Alves intentó condicionar al crack con unas palabras. Sin embargo, la Pulga logró convertirle y luego le hizo un curioso gesto con la mano que dio que hablar.

La estrella de Barcelona ya no es aquel joven callado y tímido que miraba hacia abajo e intentaba no meterse en problemas. Está un poco más rebelde, tiene un look más llamativo, asumió un rol de liderazgo importante tanto en el Culé como en la Selección Argentina, y esto cae bien en los aficionados.

El último domingo, el Blaugrana goleó 4-2 a Valencia con dos tantos de Lionel Messi, que alcanzó los 100 dobletes con la piel de Barcelona y también superó la barrera de los 40 goles por octava temporada consecutiva.

Pero, durante el encuentro, hubo una acción que muchos fanáticos no notaron. Antes de que la Pulga ejecutara el penal frente al Che, el arquero Diego Alves intentó condicionar al goleador con algunas palabras. El argentino casi no le dio importancia, pateó el tiro desde los doce pasos y luego lo anotó.

Un instante después de haber convertido, Messi se burló un poco de Alves y le hizo un gesto señalando con el dedo la pelota, que se encontraba dentro del arco. Sin embargo, segundos más tarde le chocó las manos. Y sí, Leo no se guarda nada...

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