Hoy aterrizamos en México para hablar de Gerardo Martino, ese que tanto le dio a la Selección Argentina. Llenó de alegría a la gente que le gusta el fútbol, ese que se juega por abajo, se buscan los espacios y se piensa más en el ataque que en la defensa.

Nunca vi jugar tan bien a Lionel Messi con la celeste y blanca puesta como cuando fue dirigido por Martino. Y es que esa sonrisa, esa forma tan sencilla y simple de ver el fútbol seguramente generas paz en los jugadores.

Esta fecha sirvió para volver a probar la formula. Dirigió su primer partido con el buzo de la Selección de México ganándole a Chile, un bicampeón de América que siempre es fuerte y que fue verdugo del rosarino en esas amargas dos finales.

No dudo que haya sido un gran reto para el Tata poder superar ese episodio, pero es sabido que el fútbol da revanchas, él se la merecía.

Trabaja con mística. Así se tomo seis meses para seguir a la selección mexicana, aprender del juego y mirar a sus jugadores. 

Sabé que estás de prestado Tata, porque para los argentinos siempre tendrás tu lugar en nuestra selección.

En la MSL dirigió al Atlanta United y era obvio que no podía irse sin llevar el anillo de campeón. Una hazaña única para un equipo joven y desconocido.

Paraguay, Argentina y México. Siempre acostumbrado a manejar un buen nivel y estar al frente de selecciones importantes. ¿Caídas? Las tuvo; supo probar el sabor amargo del primer equipo catalán, nada más y nada menos que el Barcelona de Messi. Te sirvió Tata, sabés que te sirvió para mostrar el mejor Messi que tuvo la selección.

No sabemos si va a ganar algún título con la Selección de México, si estamos seguros que cada uno de sus movimientos será pensado, estudiado y con las claras convicciones que nunca perdió.