Año tras año, la NBA se detiene para permitirles a los jugadores viajar y estar en familia durante el Día de Acción de Gracias, quizás la festividad más emotiva y familiar entre las tradiciones norteamericanas.
En este sentido, no es extraño ver que los mejores atletas del planeta viajen enormes distancias para gozar del abrazo de sus seres queridos, participar en actividades en su comunidad, o simplemente descanzar.
Este año, evidentemente, no fue la excepción a esta regla, pues muchos de los máximos exponentes del mejor baloncesto del mundo compartieron imágenes de cómo vivieron esta fiesta tan emotiva.
Ya sea viendo algo de fútbol americano en familia, descansando, tomando un par de copas o cenando hasta más no poder, desde Toronto hasta Texas se vivió un clima de fraternidad y cariño en toda la NBA.





