La derrota 3-0 en su visita a Monterrey, por el partido de ida de los cuartos de final de la Concacaf Champions League, fue un mazazo para Atlanta United y en especial para Pity Martínez.

El mediocampista argentino dejó River como campeón de la Copa Libertadores para adentrarse en una aventura en el fútbol de los Estados Unidos, en la que a punto está de quedarse sin poder cumplir, demasiado pronto, uno de los objetivos principales.

Pity disputó hasta ahora los cuatro encuentros oficiales que disputó Atlanta United en la temporada, tres por Concachampions y uno por MLS. En ellos, solo consiguió sumar una victoria y recibió el revés de tres derrotas.

Desde lo futbolístico, Martínez ha mostrado ese desequilibrio que lo caracteriza, pero más de una vez se lo vio frustrarse por la falta de conexión con sus compañeros de ataque.

En el campeonato de Estados Unidos, las cosas no fueron bien en el debut, el pasado fin de semana, y cayeron 2-0 ante DC United. En Concachampions, lograron superar a Herediano en octavos de final, aunque cayendo 3-1 en el juego de ida, y a punto están de ser eliminados por Monterrey después del 3-0 recibido en condición de visitante.

Por otra parte, Frank De Boer no parece contar con los pergaminos como para apostar a una recuperación futbolística teniendo en cuenta que en su carrera como entrenador solo ha sumado frustraciones, tanto con Inter (14 partidos disputados con 7 derrotas y 2 empates) y Crystal Palace (5 partidos disputados con 4 derrotas).

Si los objetivos comienzan a quedarle lejos tan pronto a Pity, este se replanteará la posibilidad de continuar en la MLS a fin de que a sus 25 años no termine por estancarse una carrera que hasta su llegada a Atlanta era más que prometedora. Por ahora, Estados Unidos está siendo una pesadilla para Pity.