Al ver que las lluvias no cesaban y que el campo de juego no iba a poder responder de manera óptima, la Conmebol decidió suspender la primera final de la Copa Libertadores de América entre Boca Juniors y River Plate.

Casi inmediatamente, dicho organismo rector del fútbol en Sudamérica oficializó la reprogramación de dicho compromiso trascendental: este domingo 11 de noviembre a las 16 horas, en la Bombonera.

Sin embargo, y, a pesar de dicha confirmación, no hay seguridad total y tiene que ver, en su mayoría, con los pronósticos del tiempo. Por ello es que Boca y River tienen posturas realmente diferentes.

Según informó Fox Sports, el elenco que comanda tácticamente Guillermo Barros Schelotto tiene el deseo de disputar este cotejo cuanto antes, mientras que los de Marcelo Gallardo prefieren esperar una semana.