Michael Jordan es conocido como el mejor jugador de la historia de la NBA, así como uno de los atletas más dominantes de todos los tiempos. Sin embargo, poco se habla de su infame y fallido paso por el béisbol después de su primer retiro del mejor baloncesto del mundo. A decir verdad, existen cientos de historias interesantes al respecto.
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Pero sin lugar a duda una de estas debe ser acerca de la oportunidad en la que casi se muda a México para jugar con las Águilas de Mexicali de la Liga Mexicana del Pacífico. Esto sucedió en 1994 cuando pertenecía a la organización de los Chicago White Sox sin mucho protagonismo, de acuerdo con el gerente general del equipo Raúl Cano:
Michael Jordan – Getty
“Le dije a Jordan que las Águilas de Mexicali querían tenerlo como su gran figura y le gustó la idea. De hecho, aceptó de inmediato. Su única sugerencia era vivir dentro de un complejo con canchas de golf y dijimos que sí de inmediato. Desafortunadamente, no pudo venir porque estaba en el proceso de divorcio y quería pasar el fin de su año con su hija”, reveló el gerente.
Jordan no era precisamente el mejor pelotero de su generación, pero sin lugar a duda su presencia hubiera sido un enorme atractivo para los aficionados de la pelota mexicana y una maravilla de mercadeo para las Águilas, que desafortunadamente para ellos, no pudieron cerrar el trato.
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Posteriormente, Su Majestad terminó quedándose en los Estados Unidos y eventualmente regresaría con los Bulls para hacer lo que mejor sabía hacer: dominar a sus rivales por completo y ganar tres campeonatos más para terminar de consolidar su legado como el más grande de la historia.
