Tres niños ingresaron al entrenamiento culé previo a la revancha de Champions League ante Arsenal y, lejos de molestarse, los jugadores terminaron divirtiéndose con ellos.
Los futbolistas del Barcelona se encargan de aclararlo cada vez que pueden, pero incluso sobran las palabras porque en el club se respira felicidad y cualquiera puede notarlo.
Una nueva prueba de ello se produjo tras el ingreso de tres chicos durante el último entrenamiento. En cualquier plantilla repleta de superestrellas hubiera reinado el fastidio y se hubiera recriminado esa presencia a los encargados de la seguridad.
Pero el Barcelona es otra cosa. Está fuera de lo común. Y los jugadores decidieron divertirse con los niños, haciendo que lo que ya era un sueño para ellos se volviera una realidad tan feliz como impensada.
+Kenedy vuelve a la órbita culé