A casi dos años de la eliminación contra Independiente del Valle, La Bombonera volvió a recibir un partido de Boca por la Copa Libertadores. 

Por eso, después de 630 días, el recibimiento para su equipo no podía ser otro: una bandera gigante azul y oro se desplegó en una de las tribunas para tapar las dos primeras banderas.

Sin dudas, una entrada a tono para uno de los equipos históricos de la competición sudamericana.