A lo largo de su carrera LeBron James ha recibido muchas críticas por sus declaraciones impulsivas. Algunos consideran que solo son tretas publicitarias y esfuerzos por quedar bien con su fanaticada.
Ya esto sucedió durante la temporada baja con la controversia de la liga en China, y ahora, cuando ya todos lo habían olvidado, una vez más el Rey se comprometió por no pensar antes de hablar.
Y es que, hace tan solo algunos días, James aseguró que era “imposible” que disputara un partido sin público porque él “jugaba para sus fanáticos”. Sin embargo, ante la amenaza del Coronavirus, su opinión cambió rápida y drásticamente:
“Es gracioso porque cuando me lo preguntaron no tenía idea de que la liga ya estaba teniendo ese tipo de conversaciones. Obviamente estaría muy decepcionado por no tener a los fanáticos porque juego para ellos. Juego para mi familia, para mis fanáticos. Si no hay nadie acá me decepcionaría, pero al mismo tiempo, debes escuchar al que sabe qué está sucediendo. Si creen que es lo mejor para la seguridad de los jugadores, la franquicia y la liga, todos escucharemos”, declaró James.
La NBA ya ha adoptado varios protocolos de precaución, como prohibirle a los medios de comunicación acceso a los vestuarios o acercarse a menos de tres metros de los jugadores para entrevistarlos.
Quizás James solo quería la aprobación de sus fanáticos o tal vez la oficina del comisionado lo forzó a cambiar de postura. Sea cual sea la realidad, hay dos verdades irrefutables en este caso: la seguridad es lo primero y la afición no olvidará sus declaraciones.
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