En apenas un puñado de horas, cuatro clásicos culminaron con empates sin goles en el Torneo de Transición. Además, en todo el domingo no hubo ningún tanto.

La duodécima fecha del Torneo de Transición 2016 fue un auténtico fiasco. Lisa y llanamente. Se había generado una gran expectativa debido a que se trataba de la fecha en la que se disputarían todos los partidos clásicos, pero, sin embargo, el efecto fue el contrario al deseado.

La idea de aglutinar los duelos más atractivos desde lo pasional en una fecha fue un desacierto absoluto. Es llamativa y genera atractivo, es cierto, pero desde su concepción ya carecía de sentido. ¿Por qué un equipo debe jugar dos veces contra “su clásico” (no todos los tienen y muchos casos se eligieron a dedo) y no contra el resto? Un engendro que le quita seriedad al certamen.

Y como si esto fuera poco, en pocas horas, cuatro encuentros clásicos concluyeron con paridades sin anotaciones. El sábado, Gimnasia y Estudiantes no lograron abrir el marcador en La Plata. Luego, el domingo, Newell’s ante Rosario Central, Boca frente a River y Racing contra Independiente culminaron 0-0.

En la duodécima fecha se marcaron 13 goles en 13 partidos.

Para colmo de males, en todo el día domingo no hubo un solo tanto. ¿Por qué? En Córdoba, Belgrano y Atlético Tucumán, en un clásico que no es tal, tampoco lograron festejar y terminaron empatando 0-0 en un partido más que apático y aburrido.

El Torneo de Transición 2016 acumula muchos goles, pero la Fecha 12 fue la excepción absoluta. A falta de dos cotejos, y, con trece partidos disputados, solamente se marcaron trece goles. Es decir, apenas una anotación por partido jugado.

Sin lugar a dudas, la idea de disputar todos los clásicos en una misma fecha no fue acertada. El clásico es un partido que suele ser poco vistoso, sea cuál fuera. El miedo a perder vs el rival de toda la vida se transmite a los jugadores, a los técnicos, y las decisiones son menos arriesgadas. Menos aún en una fecha cercana al final del campeonato, donde los puntos toman otro valor. Y hay que agregarle la participación de varios equipos en Copa Libertadores, a punto de afrontar los octavos de final

Sin dudas, un desastre conceptual que debería ser revisado y modificado próximamente si se quiere tener un campeonato con un mínimo de seriedad.