Manny Machado nunca se ha preocupado mucho por lo que la opinión pública pueda decir de él. Y es que, a pesar de su considerable talento para la pelota, se ha ganado una reputación de jugador sucio y polémico.
Es por eso que para nadie fue una sorpresa cuando la férrea afición de los Yankees de Nueva York lo abucheara en su regreso al Yankee Stadium después de la agencia libre, pues todos presumían que el tercera base llegaría a Nueva York en el verano.
Un estadio completamente copado le hizo saber su repudio a Machado en su primer turno al bate, pero el dominicano no quiso darle la más mínima importancia a lo que pensara la afición de los Bombarderos del Bronx.
“Me abuchean a donde quiera que voy. Los grandes jugadores son abucheados. Son cosas que suceden”.
Machado terminó decantándose, para sorpresa de muchos, por un contrato de 300 millones de dólares con los Padres de San Digeo, una decisión que, hasta ahora, ha funcionado a la perfección para él y el equipo.
Por otra parte, a los Yankees les ha ido de maravilla incluso sin la presencia de Machado en el cuadro, gracias a la extraordinaria labor de Aaron Boone para suplir las bajas que ha sufrido su equipo.