Lejos de retirarse del mercado habiendo concretado ya 10 fichajes, el equipo rossoneri espera abrochar el arribo de la joya portuguesa que milita en Bayern Munich.


Milan está preparando una nueva ofensiva en el periodo de transferencias europeo, que de concretarse será la que mayor inversión le demande pese a que lleva gastados ya unos 200 millones de euros.

Frustrado el arribo de Morata, quien ya fue anunciado como flamante refuerzo del Chelsea, el equipo italiano cambió el foco del gasto millonario de un delantero a un mediocampista todoterreno como Renato Sánches.

La intención del Milan es pedir al Bayern Munich una cesión con opción de compra por el futbolista portugués que no logró tener la continuidad esperada en su arribo procedente del Benfica. Sin embargo, la directiva del club alemán no está convencida de que sea esta su mejor opción y buscará negociar un traspaso definitivo.

Rummenigge, presidente del campeón de la Bundesliga, cree que las negociaciones llegarán a buen puerto si el equipo italiano acepta desembolsar una suma cercana a los 48 millones de euros.