Drew Brees acaba de realizar la peor jugada de su carrera, justo en uno de los momentos más delicados en la historia. El quarterback de New Orleans Saints mantuvo declaraciones controversiales acerca de los jugadores que se arrodillan ante el himno, en el momento que se vive una situación social como pocas veces vistas. 

 

"Nunca estaré de acuerdo con nadie que no respete la bandera de los Estados Unidos de América. Así que cada vez que me paro con mi mano sobre mi corazón, mirando esa bandera y cantando el himno nacional, pienso en todo lo que se ha sacrificado”, fueron las palabras que lanzó Brees. 

Todo esto claro, tiene una relación directa con Colin Kaepernick, quien fue uno de los primeros jugadores en arrodillarse ante el himno en su lucha contra el racismo. Por esta razón, se ha confirmado que Kaepernick no es contratado por ninguna franquicia ya que estiman que podrían perder varios abonados. 

Brees era amado por los Saints hasta el momento de la declaración. Ahora, el amor pasó inmediatamente al odio y, en una manifestación que se realizó en New Orleans, los habitantes no se olvidaron de las palabras que acababan de escuchar del jugador de la NFL. 

 

 

Drew fue criticado duramente por algunos de sus compañeros y colegas de otros equipos, como así también por otros deportistas como LeBron James. Sin dudas, será un antes y un después de su carrera profesional.