Desde que se tomara las cosas en sus propias manos ante el Oklahoma City Thunder en la primera ronda de los playoffs, el nivel de Damian Lillard ha disminuido considerablemente en las últimas semanas.

El piloto de los Portland Trail Blazers no se encuentra al 100% físicamente y está empezando a notarse en su juego, algo que podría terminar por condenarlos en las Finales de Conferencia frente a los Golden State Warriors.

Por si fuera poco, Lillard confesó que recibió un rodillazo en la ingle en el primer partido de la serie, algo que se hizo evidente por sus dificultades para dar el primer paso y ser tan veloz y punzante como de costumbre.

De momento, el armador de Portland está lanzando para poco más del 24% desde el campo y 28% desde detrás de la línea de triple y, si bien lideró a su equipo en anotación con 19 unidades, Rip City lo necesitará mucho más certero.

Hoy, los Blazers deberán tratar de robarse otro en el Oracle Arena de Oakland, la ciudad nativa de Lillard, si no quieren caer al foso 0-2 antes de que Kevin Durant pueda volver de su lesión para sentenciar la serie.