Los Portland Trail Blazers desperdiciaron una importantísima ventaja frente a los Golden State Warriors en el segundo compromiso de la serie y cayeron 114-111 después de estar al frente hasta por 16 puntos.

La segunda mitad de los locales fue comandada por una defensa asfixiante y un vendaval de triples que dejó completamente perplejos y maniatados a los de Terry Stotts, incluyendo a su piloto estrella Damian Lillard.

El All-Star de los Blazers volvió a liderar a su equipo en anotación con 23 puntos y 10 asistencias, pero aún así, no fue suficiente para evitar caer al foso 0-2 ante los campeones defensores. Sin embargo, no se vio desanimado de cara al resto de la serie.

Cuando se le preguntó cómo se sentía por la posibilidad de que fuera la última vez en la que jugara en el Oracle Arena, considerando que el edificio dejará de fungir como casa de los Warriors al finalizar esta campaña, Lillard tuvo una respuesta muy optimista:

"Dudo que esta sea la última vez. Planeamos volver acá".

Lillard creció en Oakland siendo fanático de los Warriors y acudiendo constantemente al Oracle Arena, por lo que estos compromisos siempre tendrán un plus especial para él. Ahora, deberá forzar al menos un 5to partido en la serie si no quiere despedirse de la arena con este sabor agridulce.