Lonzo Ball, el joven piloto de Los Angeles Lakers, siempre ha estado en el ojo del huracán por las controversias que genera su familia, especialmente en torno a Big Baller Brand (BBB), la marca fundada y presidida por su padre LaVar Ball.

Ahora, sin embargo, parece que el hijo mayor de los Ball tomó la sabia decisión de dar un paso  al costado en medio de un escándalo de malversación de 1.5 millones de dólares, además de una posible relación de la mala calidad de su calzado con sus constantes lesiones de tobillo.

Después de que los Lakers le sugirieran al armador que sus lesiones podrían verse vinculadas a sus zapatos BBB, el armador tomó la decisión de abandonar su propia marca personal, eliminado todas las imágenes con su padre de su Instagram y presumiendo un posible cambio a Nike.

Evidentemente, esto será un durísimo golpe de relaciones públicas para una marca que de por sí no gozaba con mucha aprobación del público, además de ser un gran triunfo para Nike al obtener a alguno de los jugadores más prometedores de la NBA.

Lonzo debió perderse el tramo final de la campaña regular y los Lakers han sido sumamente cuidadosos con él a lo largo de su joven carrera, que se ha visto golpeada por distintas lesiones desde su debut en la liga.

A lo largo de dos campañas. el producto de UCLA ha promediado 10.0 puntos, 6.2 rebotes y 6.0 asistencias por partidos, números que mejorarán una vez esté sano.

¡Déjale esto a los que saben, LaVar!