Están asustados, tienen medio. No por falta de actitud, es todo de la cabeza. Perder 3 finales es un golpe duro para todos, sentir que dependen de sólo un jugador, más. Argentina no despierta y el Mundial no te espera.

¿Es meritorio llegar a 3 finales consecutivas? Claro, pero cuando perdés las 3, cuando la gloria ataca directo a tu cabeza, el fracaso te come el alma. “Por ahí no somos tan buenos”, se deben preguntar. Y ahí está, pum. Empate con Venezuela, otro con Perú y derrota histórica contra Paraguay.

“No vemos la luz, vamos perdiendo puntos y se va complicando la clasificación. Tengo muchísima preocupación”. Lo dijo Mascherano. Lo gritó al país. Porque si te lo dice él, algo está pasando.

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Te cuestionaron tanto que hasta ya lo hacés vos. Sabés que no estás jugando bien, pero no encontrás en tu cuerpo las herramientas para mejorar. Después de la final ante Alemania te levantaste, después de la de Chile te levantaron familiares y amigos, la Centenario fue el derrumbe de tus sueños.

Ellos, por ellos, quieren ganar el próximo Mundial, el de Rusia, acariciar el oro más glorioso de todos, saber cuánto pesa. Pero falta una vida. “La cabeza, como a todos, te liquida. En la entrada en calor uno sentía eso y no te hace bien”, manifestó Agüero después de perder en Córdoba.

Y claro, más si te das cuenta que dependés muchísimo de lo que pueda hacer un tipo que faltó por lesión a los últimos 3 partidos. “Sin Messi no somos nada”, gritaron muchísimo tiempo. Hoy, hasta los jugadores lo sienten así.

¿Podrá Messi salvar a este grupo? ¿Cómo estará su cabeza?

Salen sólos al campo. Es verdad, son profesionales, simplemente tienen que “jugar a la pelota”, pero la cabeza te destruye. “No nos salen las cosas y creo que esto pasa por la cabeza. No podemos salir de este bajón. En mi club tampoco me están saliendo bien las cosas. Todo influye”, afirmó un triste Di María.

Pedimos que no vuelvan más, que abandonen el país. Que no la sienten, que no quieren jugar. Pero en medio de ese mensaje agresivo e incoherente se puede esconder algo que los ayude. Por ahí, es el momento de un cambio.

Un cambio que los pueda ayudar a limpiar la cabeza, a sentir que la gloria vuelve a estar cerca. No se puede esperar más tiempo. El Mundial no te espera y si seguimos así, nos quedamos afuera.

La cabeza te puede llevar a conquistar hazañas únicas e imposibles, pero también puede hacer que dejes de creer en vos. Que te asustes, que tengas miedo…

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