Monterrey tiene uno de los mejores planteles de México, jugadores con jerarquía, que no necesitan estar transitando por un desarrollo favorable en el juego para hacer cosas como las que hizo Maximiliano Meza cerca del final del partido.

Los Rayados le ganaron por 2 a 1 al Querétaro, por la tercera jornada del Clausura, en el Estadio La Corregidora.

El partido empezó favorable para el visitante, que plantó sus jugadores en campo rival. Sin embargo, la más clara fue para el local: a los 12 minutos, un tiro libre del siempre peligroso Camilo Sanvezzo pegó en el palo.

Tiempo después, Dorlán Pabón pateó en la puerta del área, pero el balón se fue apenas desviado.

A los 30 minutos, un pésimo achique de la defensa de Monterrey terminó con el gol de Sanvezzo. El brasilero cabeceó sólo, casi en el área chica.

 

 

 

Rogelio Funes Mori casi hace un golazo de chalaca en las primeras acciones de la segunda mitad, parecido al que le hizo a Santos Laguna el campeonato pasado, pero la pelota pasó apenas por encima del travesaño.

A los 54, los del norte encontraron lo que merecían: Jesús Gallardo pateó cruzado y de zurda para la igualdad, en una gran corrida en diagonal desde casi la mitad del terreno de juego.

Siete minutos más tarde, una patada de Lionel Vangioni sobre Sanvezzo terminó con el lateral izquierdo expulsado, no sin antes revisar la jugada en el VAR.

 

 

 

 

Cuando parecía que todo estaba terminado, apareció la magia del argentino, del fichaje más caro en este mercado de pases en México. Un pase encontró a Meza en la puerta del área, y el ex Independiente no dudó: pateó fuerte, al ángulo, para darle la victoria agónica a su equipo.

Fue un importante triunfo para los dirigidos por Diego Alonso. El entrenador uruguayo deberá seguir corrigiendo detalles si quiere pelear hasta las últimas instancias, pero algo es seguro: la jerarquía de sus jugadores hacen que pueda lastimar en cualquier momento.