Con dos equipos en lo bajo de la tabla y con la necesidad imperiosa de ganar para sostener a sus entrenadores, Tijuana y Pachuca se vieron las caras en el Estadio Caliente por la jornada 10 de la Liga MX.
 
Y el primer tiempo, efectivamente, entregó lo que viene ocurriendo con los dos últimamente: mucha lucha pero poco juego, un desarrollo aburrido y en cero al descanso.

En la complementaria, apenas empezó el dueño de casa se puso ventaja gracias a un muy buen desborde por la derecha y el centro que conectó Erick Torres para la locura de la afición.

A partir de allí, y encima con la insólita expulsión de Franco Jara por un planchazo más la de Barreiro en la hora, los fronterizos se defendieron con uñas y dientes en la Perrera que cosechar tres puntos determinantes para sus aspiraciones a la Fiesta Grande.