En noviembre de 2016, la tragedia golpeó al mundo del fútbol. El avión que transportaba a los futbolistas de Chapecoense a jugar la final de la Copa Sudamericana, se estrelló en Colombia, minutos antes de aterrizar y un día antes del partido ante Atlético Nacional.

Como gesto de reciprocidad, el club colombiano decidió entregarle la copa al humilde equipo brasilero, que perdió a casi la totalidad de su plantilla y a toda su dirigencia.

 

Todo el Atanasio Girardot aplaudió a aquellos soldados y cantó el ya famoso "Vamos, vamos, Chape" abrazado al dolor de los hinchas del equipo campeón.

Un año y medio después de aquel suceso, Chapecoense decidió homenajear a quien fue su pueblo hermano durante el dolor más grande de su historia. El club sacó una camiseta suplente con los colores de la bandera de Colombia, en un gesto que emocionó a propios y extraños. ¡Vamos, vamos Chape!