No caben dudas de que los Baltimore Ravens son los grandes candidatos a representar a la AFC en el próximo Super Bowl. El equipo marcha 7-2 y es líder de la división Norte y, aunque es escolta de los Patriots, es el único que los derrotó en 2019.

Uno de los grandes pilares de este exitoso plantel es el mariscal de campo Lamar Jackson, que ha liderado a una ofensiva que está segunda en toda la NFL en yardas por partido (421.7) y primera en puntos por juego (33.3).

Durante la paliza que le propinaron a los Cincinnati Bengals por 49-13 en la semana 10, John Harbaugh se acercó al joven de segundo año y le dedicó varios elogios en un intercambio imperdible.

“Sabes que la mayoría de los mariscales se preocupan por las estadísticas ¿Verdad?”, le dice el entrenador a Jackson, que responde: “A mí me preocupa mi equipo, entrenador”.

Ante semejante respuesta, se produjo la parte más divertida de la conversación, cuando Harbaugh lanzó: “Eres un líder, por eso te aman”, a lo que el jugador responde “Yo también lo amo”.

Más allá del malentendido, el entrenador redobló la apuesta y le dijo: “Amo la forma en que juegas. No retrocedes, solo atacas. Todo lo que haces es atacar”. “Es todo lo que sé”, replicó Jackson.

La alabanza más grande vino justo después, cuando sentenció: “Has cambiado el juego… ¿Sabes cuántos niños jugarán como mariscales con el número 8 en la espalda por los próximos 20 años?”

Sin embargo, la mejor parte de la conversación es la respuesta del joven de 22 años: “No puedo esperar a verlo…cuando sea más grande. Ahora tengo que llegar al Super Bowl”.

En esta campaña, Jackson lleva 168 pases completos sobre 255 intentos para 2.036 yardas, 15 anotaciones y cinco intercepciones. Además, acumula 702 yardas por acarreo para otros seis touchdowns y es uno de los líderes en la carrera por el premio al MVP.