Michael Arroyo terminó su etapa en América de México por indisciplina, lesiones, sobrepeso… De todo un poco. Por eso no rendía dentro del campo y partió a Gremio en busca de nuevos desafíos, pero parece que nada cambió: la ´fiesta´ y demás desarreglos lo postergaron tanto que ni siquiera entró en las finales de la Copa Libertadores frente a Lanúsy tampoco fue convocado para el Mundial de Clubes en Japón.

En seis meses en el conjunto de Porto Alegre, Gambetita apenas disputó siete encuentros y no anotó goles. El ofensivo de 30años, con pasado en tres clubes de Ecuador y otros tres de México, vive uno de los peores momentos de su carrera y es prácticamente imposible que dispute la Copa del Mundo de Rusia en 2018, como sí lo hizo cuatro años antes en ese torneo en Brasil.